La maquinaria del PRI Sonora está preparada para dar la “madre de todas las batallas” mañana domingo, y aunque el partido tricolor está confiado en el triunfo de su candidato a la gubernatura Alfonso Elías Serrano, la verdad es que están obligados a ganar por nocaut.
La maquinaria tricolor deberá de operar sin contemplaciones para lograr un triunfo aunque apretado que sea suficiente e inobjetable, para evitar dudas y posibles conflictos postelectorales.
Viniendo desde atrás, los panistas hicieron hasta lo imposible por llevar a la elección a una votación cerrada que les permita judicializar la elección y que su resultado se dirima en los tribunales electorales, sobre todo, fuera de Sonora donde el gobierno federal panista tiene amplia capacidad de maniobra con los magistrados.
Pero en esa estrategia de judicializar la elección, los panistas también la llevan de perder al estar documentadas las fechorías electorales del PAN y de su candidato Guillermo Padrés en la precampaña y en la campaña constitucional.
La multa impuesta por el Consejo Estatal Electoral al PAN y a su candidato a la gubernatura, Guillermo Padrés Elías, por inequidad en la campaña al utilizar de manera ilegal los tiempos oficiales del IFE en radio y televisión serán pruebas contundentes del PRI para tumbar un posible triunfo panista en las urnas.
A lo anterior, se le agrega la distribución comprobada de despensas del Ayuntamiento panista de San Luis Río Colorado, para apoyar la campaña de Padrés, así como la intervención del comisionado de Pesca, Ramón Corral, para ofrecer apoyo a pescadores de Puerto Peñasco a cambio del voto para Padrés Elías.
Por citar sólo algunos casos, que podrían utilizar los priístas en los tribunales estatales y federales.
Tampoco hay que olvidar que por primera vez en la historia política de Sonora, será el Consejo Estatal Electoral el que califique la elección de gobernador y es en esa misma instancia donde están documentadas todas las violaciones a la legislación electoral por parte de Padrés Elías y de los panistas.
Así las cosas, la estrategia de movilización del partido tricolor para llevar a votar a sus simpatizantes y militantes está cuidada hasta en los mínimos detalles, porque saben que eso hará la diferencia para llevarlos al triunfo o a la derrota.
A diferencia del PAN que su proceso interno para elección de candidato a gobernador fue un tremendo fracaso al ser electo por míseros dos mil votos, en el PRI tienen aceitada la maquinaria al movilizar a 350 mil simpatizantes y militantes en la pasada contienda interna tricolor donde ganó Elías Serrano la candidatura por dos a uno a Ernesto Gándara Camou.
Al PRI para ganar la gubernatura le faltarían 100 mil votos, pero dicen optimistas que prevén alcanzar 650 mil sufragios mañana domingo, confiados en que los sonorenses avalarán el trabajo intenso del gobernador Eduardo Bours en estos seis años en que transformó la entidad y puso las bases para ir al siguiente nivel.
Los estrategas basan su optimismo también en que el llamado “voto duro” del PRI Sonora se mantuvo inamovible a pesar de la “guerra sucia” panista, por el uso electorero de la tragedia en la Guardería ABC y otros ataques al gobernador Bours, según se constata en las diversas encuestas de dentro y de fuera donde permanece arriba en las preferencias electorales Alfonso Elías Serrano.
De igual forma, en el PRI Sonora hay confianza por un triunfo rotundo mañana domingo por la labor realizada en estos últimos tres meses por los diversos candidatos encabezados por Elías Serrano, pero aun así no descuidan la estrategia legal en caso de una posible derrota.
Ante lo que será una elección cerrada, se prevé que Elías Serrano logre retener la gubernatura para su partido con una diferencia de cuatro puntos, unos 40 mil votos de diferencia, suficientes para despejar cualquier duda y evitar conflictos postelectorales.
Hay que recordar que hace seis años Eduardo Bours ganó con menos de un punto de diferencia, equivalente a siete mil votos. Pero esos eran otros tiempos y otro Presidente de la República.
Ahora el Presidente Felipe Calderón tuvo una participación más activa en el proceso electoral para tratar de conservar la mayoría en el Congreso de la Unión para las reformas estructurales en materia financiera y hacendaria que necesita para sacar al país de la crisis económica en la que está metido, por la incapacidad del gobierno panista para enfrentar la debacle económica mundial.
El gobierno federal tiene la mira en algunas de las seis gubernaturas que estarán en juego mañana domingo y entre ellas destaca Sonora luego de que andan bailando en la cuerda floja en Nuevo León, Campeche, Colima, San Luis Potosí y Querétaro. Dicen los que saben, que ante el negro escenario para el dirigente nacional Germán Martínez en las otras cinco entidades, Sonora representa su tabla de salvación para rendir buenas cuentas a Calderón.
La clave de toda la elección será la participación ciudadana, misma que a nivel nacional se ve muy disminuida. La campaña del “voto nulo” o “voto blanco” hará crecer el abstencionismo que se estima llegue hasta el 70 por ciento a nivel nacional según la Presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís, mientras que el titular del IFE, Leonardo Valdés Zurita, lo estima en un 61 por ciento.
Aquí en Sonora, el presidente del Consejo Estatal Electoral, Marcos Arturo García Celaya, realizó un intenso trabajo de promoción de la cultura política y de la participación ciudadana, por lo que estima una votación del 60 por ciento, pero la realidad es que apenas pasará el 50 por ciento.
Por si fuera poco la escasa credibilidad de la gente en los partidos y candidatos, las cinco marchas por la justicia de los familiares de las víctimas de la negligencia criminal del IMSS en la guardería ABC, ahuyentarán a los votantes de las urnas.
ASI LAS COSAS, se acabaron las especulaciones, mañana será ya la elección y el lunes se reiniciará la batalla política, porque apuesten doble contra sencillo que ni el PRI ni el PAN aceptarán la derrota.
La maquinaria tricolor deberá de operar sin contemplaciones para lograr un triunfo aunque apretado que sea suficiente e inobjetable, para evitar dudas y posibles conflictos postelectorales.
Viniendo desde atrás, los panistas hicieron hasta lo imposible por llevar a la elección a una votación cerrada que les permita judicializar la elección y que su resultado se dirima en los tribunales electorales, sobre todo, fuera de Sonora donde el gobierno federal panista tiene amplia capacidad de maniobra con los magistrados.
Pero en esa estrategia de judicializar la elección, los panistas también la llevan de perder al estar documentadas las fechorías electorales del PAN y de su candidato Guillermo Padrés en la precampaña y en la campaña constitucional.
La multa impuesta por el Consejo Estatal Electoral al PAN y a su candidato a la gubernatura, Guillermo Padrés Elías, por inequidad en la campaña al utilizar de manera ilegal los tiempos oficiales del IFE en radio y televisión serán pruebas contundentes del PRI para tumbar un posible triunfo panista en las urnas.
A lo anterior, se le agrega la distribución comprobada de despensas del Ayuntamiento panista de San Luis Río Colorado, para apoyar la campaña de Padrés, así como la intervención del comisionado de Pesca, Ramón Corral, para ofrecer apoyo a pescadores de Puerto Peñasco a cambio del voto para Padrés Elías.
Por citar sólo algunos casos, que podrían utilizar los priístas en los tribunales estatales y federales.
Tampoco hay que olvidar que por primera vez en la historia política de Sonora, será el Consejo Estatal Electoral el que califique la elección de gobernador y es en esa misma instancia donde están documentadas todas las violaciones a la legislación electoral por parte de Padrés Elías y de los panistas.
Así las cosas, la estrategia de movilización del partido tricolor para llevar a votar a sus simpatizantes y militantes está cuidada hasta en los mínimos detalles, porque saben que eso hará la diferencia para llevarlos al triunfo o a la derrota.
A diferencia del PAN que su proceso interno para elección de candidato a gobernador fue un tremendo fracaso al ser electo por míseros dos mil votos, en el PRI tienen aceitada la maquinaria al movilizar a 350 mil simpatizantes y militantes en la pasada contienda interna tricolor donde ganó Elías Serrano la candidatura por dos a uno a Ernesto Gándara Camou.
Al PRI para ganar la gubernatura le faltarían 100 mil votos, pero dicen optimistas que prevén alcanzar 650 mil sufragios mañana domingo, confiados en que los sonorenses avalarán el trabajo intenso del gobernador Eduardo Bours en estos seis años en que transformó la entidad y puso las bases para ir al siguiente nivel.
Los estrategas basan su optimismo también en que el llamado “voto duro” del PRI Sonora se mantuvo inamovible a pesar de la “guerra sucia” panista, por el uso electorero de la tragedia en la Guardería ABC y otros ataques al gobernador Bours, según se constata en las diversas encuestas de dentro y de fuera donde permanece arriba en las preferencias electorales Alfonso Elías Serrano.
De igual forma, en el PRI Sonora hay confianza por un triunfo rotundo mañana domingo por la labor realizada en estos últimos tres meses por los diversos candidatos encabezados por Elías Serrano, pero aun así no descuidan la estrategia legal en caso de una posible derrota.
Ante lo que será una elección cerrada, se prevé que Elías Serrano logre retener la gubernatura para su partido con una diferencia de cuatro puntos, unos 40 mil votos de diferencia, suficientes para despejar cualquier duda y evitar conflictos postelectorales.
Hay que recordar que hace seis años Eduardo Bours ganó con menos de un punto de diferencia, equivalente a siete mil votos. Pero esos eran otros tiempos y otro Presidente de la República.
Ahora el Presidente Felipe Calderón tuvo una participación más activa en el proceso electoral para tratar de conservar la mayoría en el Congreso de la Unión para las reformas estructurales en materia financiera y hacendaria que necesita para sacar al país de la crisis económica en la que está metido, por la incapacidad del gobierno panista para enfrentar la debacle económica mundial.
El gobierno federal tiene la mira en algunas de las seis gubernaturas que estarán en juego mañana domingo y entre ellas destaca Sonora luego de que andan bailando en la cuerda floja en Nuevo León, Campeche, Colima, San Luis Potosí y Querétaro. Dicen los que saben, que ante el negro escenario para el dirigente nacional Germán Martínez en las otras cinco entidades, Sonora representa su tabla de salvación para rendir buenas cuentas a Calderón.
La clave de toda la elección será la participación ciudadana, misma que a nivel nacional se ve muy disminuida. La campaña del “voto nulo” o “voto blanco” hará crecer el abstencionismo que se estima llegue hasta el 70 por ciento a nivel nacional según la Presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís, mientras que el titular del IFE, Leonardo Valdés Zurita, lo estima en un 61 por ciento.
Aquí en Sonora, el presidente del Consejo Estatal Electoral, Marcos Arturo García Celaya, realizó un intenso trabajo de promoción de la cultura política y de la participación ciudadana, por lo que estima una votación del 60 por ciento, pero la realidad es que apenas pasará el 50 por ciento.
Por si fuera poco la escasa credibilidad de la gente en los partidos y candidatos, las cinco marchas por la justicia de los familiares de las víctimas de la negligencia criminal del IMSS en la guardería ABC, ahuyentarán a los votantes de las urnas.
ASI LAS COSAS, se acabaron las especulaciones, mañana será ya la elección y el lunes se reiniciará la batalla política, porque apuesten doble contra sencillo que ni el PRI ni el PAN aceptarán la derrota.
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