martes, 20 de abril de 2010

Termina maldición de huelgas en Unison

Gaspar Navarro Ruiz / g_navarro_ruiz@hotmail.com

Los sindicatos Staus y Steus actuaron con gran responsabilidad y madurez al aceptar la propuesta económica que hicieron las autoridades universitarias, para evitar así el estallamiento de huelga en la Máxima Casa de Estudios.
El rector Heriberto Grijalva Monteverde realizó el máximo esfuerzo de cabildeo y gestión de recursos ante el gobierno estatal y federal, aunque lo más probable es que lo dejen solo y tenga que “apretarse el cinturón” y hacer “magia” con el presupuesto para dar respuesta a las justas demandas de los sindicatos universitarios.
Al desterrar al fantasma de la huelga, la Unison entra a una nueva etapa de desarrollo institucional y académico, que se verá consolidada al iniciar el próximo semestre el nuevo Campus en el Valle del Yaqui.
El gran ganador al conjurar la huelga, lo es también el gobierno estatal al evitarse un conflicto laboral que afectaría la paz social, en este momento en que el horno no está para bollos.
El STAUS y el STEUS en esta revisión salarial dejaron de lado las tradicionales exigencias estratosféricas del 50 por ciento de aumento salarial del pasado, para mantenerse en un realista 20 y 15 por ciento de alza en sus percepciones económicas, respectivamente.
La Unison hizo su máximo esfuerzo y propuso al Staus que dirige Sergio Barraza un 4 por ciento de aumento directo al salario y 3.2 por ciento en prestaciones, para un 7.2 por ciento global de última hora que evitó la huelga.
Al Steus, se le ofreció un 4 por ciento de aumento salarial y un 5 por ciento en prestaciones para un total de 9 por ciento, mismo que fue aceptado por votación mayoritaria de dos a uno para conjurar la colocación de banderas rojinegras.
Según vemos, la perredista lideresa del Steus Dorotea Rascón ya aprendió la lección, está más madura y sabe negociar sin caer en radicalismos.
El rector Grijalva Monteverde logró quitar el embrujo de las huelgas en la Unison demostrando su capacidad negociadora, ante unos líderes sindicales que dejaron de lado sus intereses personales al sacrificar sus justas demandas de aumento salarial para poner por delante los intereses de la sociedad sonorense.

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