jueves, 5 de febrero de 2009

Y sigue la danza de millones

Esteban Martínez (Dossier Político)

En el colmo de los colmos, el Instituto Federal Electoral, más bien sus nuevos dirigentes, electos el año pasado, persisten en su propósito de dañar a la democracia que deberá aplicarse en las próximas elecciones y campañas para renovar las gubernaturas de seis estados y 500 diputados federales, de los cuales 300 serán por mayoría relativa y 200 asignados a los premios mayores que se les da a los partidos políticos, por mantener el control de los políticos que deben intervenir en esta contienda.

Recibirán los usufructuadores de nuestro destino la suma de 3600 millones de pesos, para sus siempre discutibles gastos, con la gran repartición de este dinero en que los ganones son el PRI, PAN, PRD, PT, Convergencia, Panal,  PSD y todos los demás que se me olvidan, y el duopolio televisivo que tanta influencia tiene en los resultados, especialmente en pagos como éstos, que representan el 50 por ciento de sus ingresos.

Y, con la colaboración de las televisoras que se defienden anunciando que son órdenes del IFE, interrumpen los programas en las horas estelares de audiencia, así como los eventos deportivos de gran atención, para insertar publicidad política en la que el PAN se sirve con la cuchara grande al interponer los programas sociales “puestos en marcha por sus dos lepes gobiernos”, algunos de ellos inaugurados en el siglo pasado, como el Seguro Popular.

Olvidan que el pueblo tiene buena memoria y que en el terreno de salud, sabe de las enormes deficiencias, como falta de hospitales, medicinas, especialistas, etc., y el rechazo de muchos enfermos por no estar en regla su condición de derechohabientes, como es el caso de la jovencita estudiante de comunicación social en la Universidad de Sonora que yace discapacitada, a cuyos padres se les está negando la ayuda que requieren para su costosa rehabilitación, después del error cometido en el quirófano al faltarle oxígeno para mantener vivios sus órganos más esenciales.   

Y mientras carecemos de lo estricto, los dueños de la nación, es decir los partidos políticos, derrochan diez millones de pesos diarios en sus eventos proselitistas y los ilustres miembros del IFE piden más de 12 mil 800 millones de pesos para sus gastos administrativos, ordinarios, corrientes e inmorales, para ejercerlos en el 2009 aplicando el 71 por ciento para consumos de operación y el resto para los partidos políticos.

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