sábado, 21 de febrero de 2009

CIENTOS DE SONORENSES BUSCAN UN TRABAJO DIGNO

Por Javier Quintero (jquintero@expreso.com.mx)

María Dolores Sánchez es una mujer chaparrita de 31 años que no se acompleja por nada; sin embargo, hay algo que la enfurece: que la excluyan por medir sólo un metro 55 centímetros.

Ayer acudió a la Feria del Empleo de Sonora realizada en el parque Madero en Hermosillo.

Llegó temprano, a las 9 de la mañana, para tratar de conseguir un trabajo porque desde noviembre que cerró su “restorancito” en Guaymas no ha podido colocarse en ningún lado. Lo cerró por la crisis que desde entonces afectó su economía.

Esta mujer de rubios cabellos y madre de una niña de cuatro años trabajó dos años como supervisora de Aduanas allá en el puerto y por eso cree que tiene la experiencia necesaria como para conseguir un trabajo similar.

LAS VACANTES.

En la Feria del Empleo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) instaló un módulo para ofrecer vacantes. María Dolores lo vio desde lejos y se dirigió directamente para ver si allí se ofertaba algún puesto relacionado con el comercio exterior.

La noticia parecía alentadora: el SAT sí tenía el trabajo perfecto para ella.

Pidió informes y le entregaron una hoja con los requisitos que debía cubrir. Pero su alegría se esfumó en décimas de segundos cuando vio que uno de esos requisitos era medir mínimo un metro 60 centímetros.

¡Le faltaban 5 centímetros! Esa diferencia le ha reforzado su estatus actual: María Dolores Sánchez sigue formando parte de las estadísticas de desempleo en Sonora.

PROBLEMA EVIDENTE.

Para el director del Servicio Estatal del Empleo, Alonso Márquez, el problema del desempleo es evidente en la entidad, derivado de la crisis fi nanciera.

Él es el promotor de esta Feria del Empleo que se realizó simultáneamente en Nogales y en Hermosillo, donde se ofrecieron mil 200 vacantes y participaron diez empresas e instituciones como Bachoco, BankTell, SAT y la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

“Evidentemente hay problemas pero no podemos ir doblegando las manos y diciendo que las cosas no pueden salir mejor”, dijo el funcionario en la inauguración de la feria.

A esta feria acudieron cientos de desempleados que abarrotaron el Parque Madero desde las ocho de la mañana.

LA ABOGADA DISCRIMINADA.

Paulina Acosta espera a su primer bebé. Tiene apenas dos meses de embarazo y le urge conseguir un empleo, pero está consciente de que su estado podría representar un inconveniente para ciertas empresas.

Ella es una abogada de 30 años de edad, egresada hace más de cuatro años de la Universidad de Sonora. Su deseo es ser maestra y enseñar todo lo que ha aprendido como litigante independiente. Por eso fue a la Feria del Empleo.

Desde temprano visitó cada uno de los módulos instalados y se llenó de folletos, hojas informativas y otros papeles que de nada le sirven. Para lo que ella buscaba no había ninguna oferta.

Nada cubría sus expectativas.

“Me hubiera gustado que tuvieran más ofertas de trabajo y haber encontrado algo en donde no vieran como un inconveniente mi embarazo. Eso es discriminación”, dijo.

EL PAPÁ DESESPERADO.

Antes de que José Ángel Arballo terminara la preparatoria su novia y él encargaron un hijo de forma imprevista y tuvo que truncar sus estudios para buscar un empleo y enfrentar los gastos que ello ameritaba.

A sus 18 años, José Ángel es papá de una niña de dos meses de nacida. Desde el 30 de enero anda en busca de un nuevo empleo porque el que tenía lo dejó debido a que no le pagaban lo sufi ciente.

Llegó desde las ocho de la mañana a la Feria del Empleo, antes de que abrieran las puertas. Había unas 500 personas esperando ser atendidas, comentó.

Luego de revisar las ofertas de las diez empresas e instituciones que participaron, José Ángel se presentó en el módulo de la Secretaría de Seguridad Pública Federal donde había vacantes para las Fuerzas Especiales de la Policía Federal y además le daban la oportunidad de concluir sus estudios.

EL INGENIERO SOLTERO.

Éder Alonso tiene 26 años y hace poco egresó como ingeniero agrónomo de la Universidad de Sonora. Consiguió un trabajo en alguno de los viñedos de la costa de Hermosillo, pero cree que puede ganar mucho más con su experiencia y sus conocimientos.

Este joven asistió también a la Feria del Empleo con la ilusión de encontrar ofertas laborales que le permitieran generar un poco más de ingresos para su cuenta bancaria, pero no halló nada.

Ninguna de las empresas que había allí le pudo ayudar porque no eran de su ramo. A Éder le hubiera gustado que esta feria estuviera más nutrida de empresas de todo tipo y que se ofertaran muchos empleos.

Por ahora no tiene responsabilidades familiares. Es soltero.

Sólo debe aportar un poco de dinero a sus padres para los gastos de la casa. Esto le ayuda para mantener la esperanza. Algún día podrá lograr su propósito.

EL JOVEN RESPONSABLE.

La mañana empezó para Enrique Barrios con la confi anza de hallar defi nitivamente un empleo.

Con 25 años de edad y un título de ingeniero industrial obtenido en el Instituto Tecnológico de Hermosillo, Enrique creyó que encontraría algún trabajo que le permitiera solventar sus gastos de soltero y, adicionalmente, aportar algo a la economía familiar.

Pero su sueño se rompió cuando llegó a la Feria del Empleo y no había ofertas para él.

Había trabajo para 900 personas en Hermosillo y 300 para los nogalenses. Ninguno adecuado a su perfi l.

Enrique veía cómo muchas personas salían con folletos y eran canalizados a las empresas.

Él se regresó sin nada, pero asegura que no perderá la confi anza y que insistirá hoy mismo en la búsqueda de empleo.

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