viernes, 30 de enero de 2009

Mano negra en el Congreso del Estado

No son pocos los que han mostrado preocupación por el hecho de que varios diputados van a pedir licencia y, por ende, desatender un gran número de trámites y leyes que están en proceso, pero sobretodo, el nombramiento de tres importantes puestos, para igual número de “instituciones” que deben definirse en el primer tercio del año que corre. Nomás les diría que dejen de preocuparse, la decisión sólo la toman dos o tres personas y los diputados en el Congreso Local solo cumplen una función decorativa, así que no importa quiénes estén al momento de levantar el dedo.

El hecho es que se designarán, sin abrir realmente los procesos a la sociedad, al presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, a un integrante del Consejo de la Judicatura y finalmente a un vocal en el Instituto de Transparencia Informativa. En los tres casos, podemos afirmar que están registradas personas muy valiosas que permitirían regresarles la dignidad y autonomía que requieren esas instituciones y con lo cual se garantizaría que cumplirían con los objetivos para los que fueron creadas. El panorama, sin embargo, no es nada halagador y todo se perfila a una negociación en lo oscurito entre el Partido Acción Nacional y el Revolucionario Institucional, si no es que invitan al Partido de la Revolución Democrática para darle una imagen de “pluralidad” a las designaciones.

 

Mis pronósticos son los siguientes: en los Derechos Humanos repite Jorge Saenz Félix, en pago a los favores recibidos, principalmente en lo relacionado al Parque Villa de Seris, el encarcelamiento de Alfonso Chaparro y otros líderes sociales, y por su nula intervención en los conflictos de Huelga de la Universidad Tecnológica de Hermosillo y Cananea; en el Consejo de la Judicatura entrará Sergio Encinas Meléndrez como parte de la negociación con el Partido Acción Nacional y con ello volverán los tiempos del cuarto pasajero, o las anomalías del Instituto Nacional de Migración; finalmente, en el Instituto de Transparencia no tendrán mayor problema con la designación del vocal de una institución que nació muerta y que solo sirve a los intereses de los poderes establecidos, recordar nuevamente que se tardaron mas de un año en exigir la entrega del Manifiesto de Impacto Ambiental, una vez que la destrucción del parque ya había iniciado.

Un periodo más de “instituciones” que seguirán avalando las arbitrariedades gubernamentales y que solo servirán para justificar los sueldos y altos gastos burocráticos de estas instancias que algún día se pensó serían útiles a la sociedad. Lo más preocupante de todo  es que no se están guardando ni las formas para estas designaciones. Se llegó al insulto de considerar a una entrega electrónica como un buen método de consulta ciudadana, además de no incluir como requisito mínimo, obligatorio, la entrega de un plan de trabajo a cada uno de los aspirantes.

Estos procesos nos pintan de cuerpo completo a la “clase política” que padecemos y, todavía, tienen el cinismo de pedir licencia para seguir lucrando con una supuesta “representación popular”. Se acercan las elecciones y es un buen momento para darles una lección a estos políticos de oropel. No permitamos que ninguno de ellos repita en otro puesto de elección popular; en verdad, no tienen cara para volvernos a pedir un voto de confianza. Cerremos la puerta a esta bola de oportunistas e iniciemos otras formas de participación ciudadana. Solo el hartazgo evidente de nosotros provocará el cambio que tanto anhelamos. 

Autor: Isabel Dorado Auz

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