domingo, 28 de diciembre de 2008

Las posibilidades de ruptura en el PRI

Luis Enrique Ortiz

En Sonora, de cara a las elecciones concurrentes de 2009,  la lucha por el poder ha conformado dos bloques dentro del PRI. Por un lado el gobernador Eduardo Bours Castelo y todo el poder del estado. En el otro, grupos afines o aliados al senador Manlio Fabio Beltrones. Tratando de aparentar una actitud neutral, Bours Castelo ha reiterado  en declaraciones públicas que rumbo a la candidatura de su partido a la gubernatura,  apoyaría al aspirante mejor posicionado capaz de ganarle al PAN, cuy@ candidat@, por cierto,  podría contar con apoyo presidencial. Sin embargo,  algunos de sus principales hombres de confianza  son en este momento pilares de la extemporánea campaña del senador con licencia, Alfonso Elías Serrano. Quien, ciertamente, figura entre los más posicionados priistas, de acuerdo a encuestas publicadas en internet por medios locales como El Imparcial. En las mismas mediciones aparece Gándara con porcentajes similares al senador ganadero, en unas pierde y en otras gana y viceversa.  Pero las evidencias de la preferencia de varios funcionarios del ejecutivo estatal por quien se hace llamar el Zurdo de Arizpe,  combinado con manifiestas aspiraciones del alcalde capitalino –ahora con licencia-  provocó un realineamiento de los grupos internos del PRI. Así tras haberlo pensado sentado, el martes 16 de diciembre  Gándara se levantó y  calificó de traidores y  "maricones" a quienes siente lo dejaron colgado de la brocha y terminaron alineándose con el candidato oficial.  Ahora, decide jugar  a navaja por la propia  candidatuta, poniendo en peligro la continuidad en el poder del grupo de los agro productores encabezados por el gobernador. Se tiene la percepción de que quien está ahora presionado es el del grupo Bachoco. Un dato que seguramente tomó en cuenta el empresario hotelero para revelarse, es que luego de tres trienios de dominio panista en el municipio de Hermosillo,  el ex funcionario foxista le arrebató a Acción Nacional la capital sonorense con un margen de 11 mil 675 votos. De esta manera el PRI en alianza con el PANAL, recuperó uno de sus principales bastiones, que perdió ante la oposición de extrema derecha tras la  fraudulenta y desastrosa administración de  Gastón González Guerra. El borrego Gándara, sabe que al igual que hace seis años, la contienda tiende a polarizar entre los dos principales partidos de la derecha sonorense, el PRI y el  PAN, configurando un escenario similar al de 2003, cuando el abanderado tricolor al gobierno estatal derrotó en tribunales al del albiazul con, oficialmente, 907 sufragios. En una situación como ésta todo voto dentro es valioso, un voto no ejercido es uno en contra y  un voto en contra se convierte en dos. Sin embargo, como no hay pruebas de que el aparato estatal haya sacado las manos del proceso interno del PRI y no se espera un cambio de "caballo", Gándara encabezó en su feudo la conformación de un grupo que se hace llamar antireeleccionista, pues afirman que Elías Serrano sería la garantía de que los intereses del grupo en el poder prevalezcan sobre todos los demás. A su movimiento se sumaron otros aspirantes como el ex coordinador de logística de la campaña presidencial del ex tinto Luis Donaldo Colosio, Guillermo Hopkins Gámez; el diputado federal Carlos Ernesto Zatarain González y el ex legislador Julio Cesar Córdova Martínez, ambos identificados con el grupo del ex gobernador Beltrones. Los protagonistas de la rebelión y/o sus jefes, saben que el proceso de selección priistas será abierto y tratarán de demostrar que son más los que no están a favor del candidato oficial, también están conscientes de que van a una elección de estado y  por ello el 23 de diciembre exigieron equidad y elecciones limpias.  Más que el desenlace, y suponiendo que no se esté dilucidando respecto a un pleito arreglado, lo interesante del proceso será las formas concretas que adoptará el choque de dos maquinarias operativas sumamente experimentadas. Por un lado los disciplinados profesores del SNTE agrupados en el partido Nueva Alianza que apoyarán a Elías Serrano y por el otro, los "ingenieros" electorales de la vieja guardia priista varios de los cuales se encuentran acuartelados en el Hotel Gándara. El resultado parece adivinarse. Está muy anunciado. Aunque no garantice derrotar al PAN, por principio de autoridad y haciendo valer el hecho de pertenecer a la familia que más huevos produce en México, Eduardo Bours Castelo hará ganar la interna a Elías Serrano, cabeza de uno de los grupos económicos que concentran la mayor cantidad de subsidios federales al campo. Pero si no logra convencer que ganó en forma clara y contundente, el fantasma de la ruptura y la pérdida del poder ejecutivo estatal podría asomarse por primera vez en la cuna del priismo. En ese nuevo marco no estarían lejanos en Sonora escenarios como el de Zacatecas, Chiapas o Tlaxcala, en los que priistas inconformes se convirtieron en candidatos del PRD, haciendo perder al partido que les negó la candidatura. Pero incluso, si nadie se va de abanderado al Sol Azteca, la sola no participación activa a favor de Elías Serrano de Ernesto Gándara, por citar a alguno, podría provocar el triunfo de Acción Nacional sea con la ex alcaldesa de Hermosillo, María Dolores del Río o con el también senador Guillermo Padrés Elías. En el mejor de los casos los priistas de Hermosillo se cobrarían la imposición dejando ganar al PAN, tal vez y finalmente alguien de apellido Gándara (Magaña, Javier) se quede con la alcaldía, no sin antes eliminar del camino al coordinador parlamentario en San Lázaro, Héctor Larios Córdova.

MI espacio es breve que el suyo sea mejor.

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