miércoles, 20 de enero de 2010

TEMBLORES EN SONORA, el terremoto de 1887

por Carlos Lucero Aja

Sonora forma parte del “cinturón de fuego” del planeta, manifestado en los muchos cerros “colorados” y “prietos”, las áreas pedregosas basálticas llamadas “malpais”, como la de Tepache, donde está un cráter de 300 metros de diámetro, o la que dejó el volcánOchitahueca entre San Carlos Nuevo Guaymas y la calle 4. La mayor muestra de vulcanismo lo constituye la región de El Pinacate con cráteres de un kilómetro de diámetro que hace ya tiempo vomitaron su lava hirviendo.

Es probable que los antiguos indígenas de Sonora hayan sentido uno que otro temblor y lo dejaran consignado en alguna pintura o grabado rupestre. El periódico oficial“La Constitución”, impreso en Hermosillo, publicó el 6 de mayo de 1887 que se tenía noticia de temblores sentidos en Sonora en los años 1826, 1830, 1866, 1875 y 1876, los tres últimos en Guaymas, aunque ligeros. Los periódicos “El Monitor Republicano” y “El Siglo Diez y Nueve” de la ciudad de México, dieron noticias de otros temblores leves ocurridos en Sonora el 9 de septiembre de 1880, el 22 y 25 de febrero de 1881 en Álamos, en marzo en Agiabampo, causando daños a las cosechas y el 19 de agosto del mismo año en Guaymas.

Casas en ruinas en Bavispe por el temblor de 1877

El fatídico 3 de mayo de 1887, se sufrió aquí uno de los terremotos más grandes que ha registrado la historia, aunque poco conocido. Dicho movimiento telúrico fue causado por movimiento de placas y no porque algún volcán intentara brotar. Ese día, a las tres de la tarde, los poblados de Bavispe, Bacerac y Óputo (hoy Villa Hidalgo), junto con los deHuásabas, Granados, Bacadéhuachi y Nácori quedaron en ruinas, especialmente los tres primeros, pues sus casas construidas con adobe quedaron en el suelo, afortunadamente con pocas víctimas por lo escaso de su población: 42 fallecidos en Bavispe (según otros 60), 9 muertos en Óputo y 1 en Fronteras, sin contar los heridos. El capitán Emilio Kosterlisky, jefe de la Gendarmería Fiscal en Bavispe, auxilió primeramente a dicho pueblo, distribuyendo los víveres de sus empleados e hizo venir otros de Janos.

Bavispe después del temblor de 1887

Con 8.1 grados en la escala de Ritcher y XI en la de Mercalli (que va de I a XII), los 30 segundos que duró bastaron para sembrar el terror de los habitantes de la sierra sonorense por lo violento del sacudimiento, al parecer tanto trepidatorio como oscilatorio, que derribaron las torres de sus iglesias, destruyendo por completo las de Bavispe, Oputo y Nácori. Registros en Arizona señalan que en algunas partes de ese estado duró tres minutos. Los templos de Sahuaripa, Cumpas, Bacoachi, entre otros, quedaron muy dañados. En Fronteras se derrumbó la escuela, dos edificios públicos y 17 casas. En Arizpe se cuarteó la iglesia y otros edificios; algunos se tuvieron que tirar después por el peligro que ofrecían. En Moctezuma solamente se registraron cuarteadoras en las casas, pero la torre de su iglesia sufrió daños y fue demolida después. Total de propiedades destruidas según el periódico “La Constitución” del 17 de junio: 130 en Oputo, 96 en Huásabas, 17 en Granados, 7 en Bacadéhuachi y 33 en Nácori. Dañadas 188 más, mayormente en Huásabas (75) y Granados (64).

Iglesia de Bacadéhuachi después del temblor de 1887

Con el epicentro en Batepito [ver mapas], la tierra se abrió en profundas grietas, algunas de cien metros de largo por uno o dos metros de ancho, pero únicamente en Oputo ocurrieron en medio del poblado. La abertura más grande se ubicó en la falda de la sierra de La Cabellera, en la región del río Bavispe, midiendo 28 kilómetros de largo y quince metros de ancho. Además se hundieron porciones de terrenos, grandes rocas de los cerros se derrumbaron, brotó agua salitrosa por doquier, los arroyos aumentaron su nivel, algunos pozos y lagunas se secaron en un instante y se produjeron muchos incendios en pastos y bosques que hicieron creer que había hecho erupción un volcán, todo esto acompañado de grandes ruidos y detonaciones subterráneas.

Mapa ubicación del temblor por E. Fay Bennett en 1977

El macrosismo se sintió también en Hermosillo “ocasionando más perjuicios que algunas cuarteadoras más o menos importantes en las casas más sólidas”, Guaymas, Ures y Magdalena con ligeras cuarteadoras en las casas y derrumbes de piedras en los cerros aledaños, sufriendo graves deterioros la “Casa de Corrección” en la ciudad de Ures. En Tombstone, Tucsón, Charleston (en el condado de Cochise) y otros pueblos de Arizona, cercanos a la frontera, causó también estragos pero de menor cantidad por el material de madera de sus construcciones, igualmente muchas tuvieron que ser derruidas. También llegaron noticias de que se sintió en lugares tan lejanos como Mazatlán, Sinaloa, la ciudad de México, Santa Fe, Nuevo México, El Paso, Texas o Los Ángeles y San Francisco, California.

Curvas Isosísmicas por José Aguilera en 1887

Una serie de pequeños sismos se siguieron manifestando, unos fuertes y otros más leves, contándose 71 hasta el 7 de mayo. Todavía el 11 de septiembre se siguieron sintiendo, acompañados de ruidos que mantenían en zozobra a la población de esos pueblos. Pronto llegó la ayuda de varias partes del estado, del país y del extranjero y se formaron varias comisiones científicas para estudiar el fenómeno terrestre, como las del duranguense Ing. José Guadalupe Aguilera Serrano (1857-1941) o la del Dr. George Goodfellow, de Tombstone, a quien por sus servicios el presidente Porfirio Díaz le regaló un hermoso caballo; en julio por el científico F. L Clark que hizo viaje especial desde Honolulu, Hawaii. El Sr. Liborio Vázquez fue comisionado por el gobierno del estado para investigar los sucesos e informar de ello al gobernador. Incapaz de describir la difícil situación de sus pobladores se lamentaba: -“¡Pobre frontera! no sé qué fatalidad la persigue de 60 años a esta parte, en cuyo largo período sólo desgracias se registran”.

Iglesia de Bavispe en ruinas después del temblor de 1887

El Ingeniero Aguilera en su informe publicado en los Anales del Ministerio de Fomento, en 1888, asienta en el capítulo “Velocidad de Propagación”, lo siguiente: “De Batepito a Guaymas hay una distancia de 384 kilómetros, se tardó la onda en llegar 3’ (minutos), lo cual da una velocidad de 1,993 metros. A Nogales hay 174 kilómetros; tiempo empleado, 1’; velocidad, 2,900m.… Hermosillo, 240 kilómetros; tiempo, 2’; velocidad, 2,000m.…”.

Grietas producidas por el temblor de 1887

Dos años después, el 8 de mayo de 1889, el Prefecto de Moctezuma contaba al Secretario de Gobierno que el día 31 de abril, a la una y media de la tarde se había sentido en Bavispe “un fuerte temblor de tierra, pero que viviendo aún en jacales no ocasionó otro mal”, que también “se derrumbaron algunos cerros y se incendió el campo en algunas partes pero se logró cortar el fuego con oportunidad”.

Otras grietas producidas por temblor en Sonora

Los periódicos antes mencionados registran leves movimientos en Guaymas el 5 de noviembre de ese año y en agosto de 1891. En el Catálogo de Temblores del Instituto Geológico de México aparecen los siguientes en Sonora, también leves: 16 de diciembre de 1905 en Huatabampo; 26 de marzo de 1907 en Arizpe, Agua Prieta y Fronteras; 16 de octubre de 1907 en Guaymas, Hermosillo, Ortiz y Ures; el 7 de abril de 1908 en Fronteras, Moctezuma, Banámichi y Arizpe; el 7 de junio de 1910 y 25 de noviembre de 1911 en Guaymas.

Vista aérea de grietas producidas por temblores

No es sino hasta el 17 de mayo de 1913, a las dos de la tarde, que se sintió otro temblor más o menos fuerte en el pueblo de Huásabas, sin víctimas que lamentar. La Casa Municipal (conteniendo escuela y carcel) “fue de las que en más peor estado quedó”, como escribió el presidente municipal, Eduardo Leyva, al solicitar ayuda al gobierno estatal, notificando además que las personas que habían perdido sus hogares se encontraban“expuestos a la intemperie sin hogar ni alimento, siendo estos como una tercera parte de la población”. Al igual que en 1887 se organizaron en todo el estado diferentes actividades para recabar fondos para auxiliar a las víctimas, como corridas de toros, funciones teatrales, rifas y colectas de asociaciones filantrópicas.

Destrucción producida por el temblor de 1877 en Bavisp

Diez años después, el 18 de diciembre de 1923 a las cinco de la madrugada, otra vez el presidente municipal de Huásabas, Francisco D. Ríos, comunicaba por carta al gobernador Alejo Bay que “un gran movimiento sísmico ha destruido la mayor parte de la población, digo destruido por razón de que los edificios que permanecen de pie, quedan inhabitables; pues los muros, siendo de adobe, se observan hechos pedazos en su totalidad”. Granados y Óputo lo sintieron en menor intensidad; produciéndose otro sismo al día siguiente. A través del diputado Jesús E. Rivera, el gobierno mandó lo colectado (incluyendo fuerte suma de la colonia china), consistente principalmente en alimentos, carpas de lona y frazadas por ser temporada invernal.

En enero de 1924 se producen otros movimientos telúricos en el mismo lugar, efectuándose el día 17 cuatro, “entre estos uno de consideración que puso en alarma a los vecinos”. El 10 de febrero, a las diez de la noche, otro “que fue de tomarse en cuenta porque se sintió moverse fuerte los techos de las casas y con fecha 12, como a las ocho horas, se sintió otro muy lento”. El señor Ríos notificó también después, que el 7 de marzo a las 13:00 y a las 18:00 se habían sentido otros y que el 22 de abril, “de las nueve horas de ayer a las seis de hoy, ha habido 18 temblores” pero que no habían causado tampoco ninguna víctima. Igual noticia daba el alcalde de Granados, Felipe J. Durazo, de que se habían verificado “25 oscilaciones, cosa que ha sembrado el pánico general de la población por la demolición que han hecho en las casas”.

Al parecer esos fueron los últimos movimientos terrestres fuertes en Sonora y la gente olvidó esos sucesos, creyendo muchos en la actualidad que aquí no tiembla.América Molina del Villar, del CIESAS Tlalpan, en ponencia presentada en el XV Simposio de Historia y Antropología de Sonora, en 1990, escribe que los sismos por movimientos de placas “se generan cada mil o dos mil años, por lo que este sismo estudiado [el de 1887] constituyó un verdadero acontecimiento”. Esperemos que así sea.

En tiempos más modernos se han sentido leves y algunos casi imperceptibles sismos con epicentro en las profundidades del mar de Cortés o golfo de California, frente al puerto de Guaymas, donde científicos franceses descubrieron hace ya algunos años que está saliendo lava, pero que se solidifica prontamente por la presión y frío del agua. Algunos de estos se han sentido el 20 de noviembre de 1977, 10 de febrero de 1984, 5 de septiembre de 1986, 2, 3 y 11 de octubre de 1992. El 7 y 8 de octubre de 1993 se sintieron movimientos terrestres en los municipios de Granados y Huásabas que pusieron en alerta a la población. Entre junio y julio del 2001 se registraron algunos sismos en Granados, descartándose que hayan sido causados por la falla de Bavispe.

A la fecha de hoy ha habido unos tres o cuatro movimientos que la gente ha sentido y cientos más sólo perceptibles por los pocos aparatos sismógrafos que existen en la entidad. Uno de los últimos el lunes 3 de agosto del 2009 con cuatro sismos, el primero a las 10:55 de la mañana, con una magnitud de 5.8 grados en escala de Ritcher, a una profundidad de 10.3 kilómetros y con epicentro a 104 kilómetros al Oeste-Noroeste de Bahía de Kino; el segundo a las 10:59, que fue el más fuerte, con 6.9 grados, alarmando a los habitantes del poblado Miguel Alemán, Bahía de Kino, a los indígenas seris de Punta Chueca y El Desemboque, y a los de Puerto Libertad, sintiéndose menos en Puerto Peñasco; el tercero a las 11:33 horas con 5 grados; y el último a las 11:40 con 5.9 grados.

Muestra la cantidad de sismos registrados en la Falla de San Andrés

Desafortunadamente en Sonora no hay, creo yo, ninguna ley que reglamente la construcción de casas y edificios que prevengan resultados desastrosos si volviera a ocurrir un terremoto de la magnitud de aquel de 1887, en poblaciones que cuentan actualmente con cientos o miles de habitantes más. Desde noviembre del 2000, laAsociación de Pequeños y Medianos Mineros del Distrito de Sahuaripa, A.C., a través del Lic. Manuel de Jesús Gracia Apodaca, han pedido infructuosamente al gobierno del estado y a la SEMARNAP que se investigue e informe a la población “referente al alarmante fallamiento (sic) sísmico en dicha zona, de cuya presencia existen inobjetables evidencias”“Con el único fin de contribuir para que la población serrana en lo particular y la estatal en lo general, con toda la objetividad posible, adquieran mayor consciencia sobre este tipo de fenómenos naturales que, por ser impredecibles, ningún ser humano en el mundo globalizado está exento de afrontarlos cuando se presentan”.

3 comentarios:

Unknown dijo...

muy interesante.

Unknown dijo...

O sea que aquí en agua prieta sonora no estamos exentos a que perjudique si vuelve a suceder algo parecido.

Cultura e identidad dijo...

3.4
11.7km de Santa Ana, (MX)
14-09-2019 12:39:08 GMT-726km
3.6
3.5km de El Tasicuri, (MX)
14-09-2019 12:29:29 GMT-716km
3.7
7.8km de Magdalena de Kino, (MX)
14-09-2019 12:24:29 GMT-717km